lunes, 1 de noviembre de 2010

A menudo mi alma... Ninfa Duarte


A menudo cuando se asoma el sol

sobre el largo horizonte rojizo

con su llama amarilla de sequía,

en medio del resplandor se ve una estrella

que reflejos mana como un fulgor

y se mezcla con la neblina del mar…

te imagino,

es como una aparición que va dejando

una estela de espumas doradas

y ríen las gardenias y girasoles

aromando de dulce el amanecer…



A menudo son mis ojos y tu recuerdo

los instantes melancólicos de ausencias

los que van hacia el nido vacío

y se alejan de la flor… y del ave… y del amor…

entonces encontramos un atajo perdido

donde lentos, prematuros, vamos de las manos

buscando arenas, o trinos, o esperanzas,

para adueñarnos del tiempo,

ilusos, necios!



A menudo escuchamos voces desde dentro

llenando la noche de niebla azulada

poblada de frío y alguna quejumbre

por el silencio del amor siempre huérfano,

obnubilado.

Todo es miedo en el entorno oscuro,

miedo que camina por la piel y se adentra

por los poros de la memoria,

despoblada de ti… sin voz…

y mi cuerpo siente latidos de agonía.



A menudo mi mañana se cierra,

veo en la nada caminar agonizante

sola y desvencijada mi alma,

muriendo sin ti…






domingo, 31 de octubre de 2010

Escríbeme un retrato… Ninfa Duarte


Escribe un retrato  de mi yo
con pinceladas  de azul intenso
que salga de tu corazón,
sin toques de vivos colores;
sólo los necesarios:
matices rebeldes,
tonos ariscos,
esfumados contornos…
mi  alma tiene sus propios encantos
que aunque transparentes
se vuelven suaves;
un día oleajes y otro día poesía,
por eso
sus aristas y sus tonos son cambiantes
como un paisaje en tornasol…

Quiero un retrato de mi yo
real, severo, mutante,
caprichosa,
malcriada,
insoportable,
de ese yo que nadie conoce como tú,
no hagas bosquejos en negro y blanco
porque la blancura  es para las debutantes
que visten tules y coronas
por el orgullo eterno de ser castas;
 yo tengo años encima
y de castidades viejas ya pasó un siglo,
aunque…
guardo madreselvas
como para engalanar mil balcones.

Hazme un retrato de palabras osadas
con  excelsas metáforas
e imágenes de ninfas desnudas,
certero abecedario 
para que vibren en mi piel
tus emociones,
en besos de dulzura eterna,
y en mi cuerpo de ondina
meciéndose suave
un antiguo arrebol
por deseos postergados
de sentirte en mi piel.

Píntame un poema en tu voz
con tu fiel decir,
de amante ardoroso
tórridas maneras
que pasean por tus poros
y le contagian calores
a mis sentires presentes…

Dibújame una poesía existencial
con rostro de diosa pagana
maneras descaradas
sangre de fuego,
volcán en erupción;
con sus latires apurados
una sonrisa de entrega,
y este corazón
palpitando en tu fuego…
Hazme un retrato que salga de tu corazón…



Sueños de poeta... Ninfa Duarte


No hay estelas en tu bogar incierto
ni dejas huellas en tu andar indiferente,
paisaje sutil de temporada
eres ave se paso,
 emigrante fugaz
alegría de vivir…
Remas un día hacia el lucero del alba,
caminas luego hacia la cruz del sur,
peregrino en tu tierra
cruzado de mil sinos.

No hay destino que te avenga viajero
ni tiempo ido en recuerdos de tul
ni futuros en telas de pintor
solo bosquejos de algún día.
Las palabras de tus versos andariegos
tienen espinas de rosales impíos
y efímeras luminarias
que te hacen sonreír…

En tu puerto hay un querube
que es ancla indiscutible
una ternura en el desierto
al que te aferras por instinto
y no lo dejas expandir…
un día
ese ángel será marinero
en las tierras del más allá…
y tú siempre estarás
con tus sueños de imposible
pintando telas pastel
con pinceles de memorias
y olor a trementina.

De tanto en tanto
una estrella fugaz
alumbrará tu insomnio,
con recuerdos de poeta…
Lo demás son solo sueños
promesas de primavera,
palabras y nada más…




domingo, 11 de julio de 2010

Un eco dulce... Ninfa Duarte


Estoy ensayando un atajo nuevo
por donde pueda llegar a ti,
porque necesito tus oídos y tus palabras
para hacerme compañía, y compartir
esta ternura que me habita y que
siente deseos de expandirse en tu piel.

La distancia de nuestros cuerpos,
no debe ser lejanía para sus corazones,
que palpitan siguiendo el mismo destino.
Los instantes compartidos fueron
gratas concordancias de armonías,
que hoy guardamos del ruido por
conservar intacta su pureza,
a pesar del desatino.

Si el destino me lleva de la mano
a tu mundo de saberes ,
será para los dos un tiempo nuevo ;
desafío que gustosa aceptaré
sin temores ni reparos,
sólo por amor.

Estas estrofas las dicta mi alma
envuelta en brumas de una llovizna,
en que el silencio se adueña
de este gris atardecer,
y contagia presagios absurdos
a mis recuerdos…

Escucha mi bien, la voz del infinito
que llena los ámbitos,
y revélate
con el grito que sale de tu alma
para conjurar absurdos escollos
que aparecen en los senderos,
sin olvidar tus vagas promesas
sin matar mis dulces anhelos,

Ensayemos juntos ese nuevo grito
para llenar los ámbitos dormidos
con el eco dulce de un juramento…


lunes, 28 de junio de 2010

Sin llegar a ti... Ninfa Duarte


Para que escuches lo que llevo dentro
se encogen muchas veces mis versos
como el agua que baja al arroyo
y en medio de las piedras
se apaga el murmullo…
invisibles huellas,
guijarros,
fantasmas.

Para tener tus manos
muy cerca de las mías
visito los colores del arco iris
donde tus sentires
mojan la alborada…
soles amarillos,
viento,
silencio,
y caricias escondidas.

Mis versos aturdidos
van tiñendo suaves
los espacios abiertos del destino
que se me niega
me enmaraña
y tiende sus lazos
en torno a mi espectro,
esperando
que se cumpla el tiempo.

Un jilguero cantando
interrumpe la tarde,
vaguedad, vacío…
neblina gris de espera
cubierta de ausencias
y las palabras que llevo dentro
siguen encogidas
sin trasponer tu oído,
sin pronunciar tu nombre,
sin llegar a ti.