sábado, 25 de julio de 2009

Me palpitas...


Me palpitas dentro del pecho a cada instante,
cuando escucho tu nombre decirlo en voz baja,
cuando recorro la mirada por el cielo azul-celeste,
o me entretengo con las volutas del cigarrillo
en las tardecitas cuando el sol se despide de mi...
Me palpitas en cada sonrisa de niño dormido,
en las guedejas mojadas que caen sobre tu frente,
cuando llueve y te siento acurrucado en mis brazos,
cuando te adormeces callado en mi regazo,
o libando sus dulzores nuestros labios...
Me palpitas dentro del pecho a cada instante;
y en las noches te vuelves ovillo mimoso
para calentar mi cuello y llenarme de caricias,
entretejiendo los ensueños hasta la alborada
para volver a palpitarme todo el día...
Amo tus mensajes en cada trepidar,
y me entrego a ellos con pasión inusitada,
me golpeas, amor, y te respondo emocionada
con un temblor imperceptible y bello
que recorre nuestros cuerpos en un solo palpitar...
Es un suave latir con sensaciones de ternura,
recordándome que vives disfrutando mis lugares,
recorriendo recovecos y endulzando mis amores;
porque sabes que adoro ese gesto de tu entrega
que invaden mis venas y vive en mi sangre...
No me dejes, amor, sin ese palpitar...!



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