sábado, 22 de noviembre de 2014

Deletreando mi sonrisa… Ninfa Duarte





Se te volaron los mirlos y los sueños,
¿a dónde… por qué?
si yo sé que no mientes
cuando dices que me quieres,
lo canta la noche toda…
Los vientos te llevan mi alegría
hecha de risas, perfumes y versos,
y esa sonrisa que te quema el alma
recordando la sinuosidad de mi cuerpo
se queda a tu lado temblando…

El mismo silencio nos grita
en las mañanas por esos senderos de luz
que traen con la brisa temprana
tus versares hasta mi ventana
donde flota la razón de mis callares
y te contagia la alegría de mi canto.

Mirándote a los ojos te digo “te amo”
y sabes que no miento, porque
has hecho luz en mi oscuridad
deletreando mi sonrisa,
flotas en mis suspiros,
y sientes mi palpitar en tu destino
siempre que lees mis dulces versos.

Soy gacela temblorosa del invierno
oculta en los pastizales
en busca de la miel de tus labios
en cada ocaso rojo,
y en cada madrugada de gloria…
No miento querido,
puedes descifrarlo
deletreando mi sonrisa…




Tus palabras... Ninfa Duarte





Tus palabras son el soplo divino
que despeja mis viejas ansiedades.
Son soplos de tus sentires de junio
que me traen aromas de vírgenes aguas.
Los ámbitos dormidos despertaron
al conjuro de esta brisa de otoño,
con suspiros aromados de magnolias
y caricias envueltas en poesías...

Tus palabras como duende misterioso
recorren con sus alas mi destino
descorriendo los velos de mi alcoba,
en un dulce arrebato de ternura
que guarda en sus pliegues
los ardientes susurros de tu amor.

Los secretos que mi lira simulaba,
encontraron la rima de tus labios,
en palabras de suave terciopelo
y en perfecta comunión de atardeceres
se enredan como tus dedos en mis canas…

Tus palabras despertaron mis ensueños
y errabundos otean los entornos,
en busca de los besos olvidados,
floreciendo en las órbitas celestes,
con rimado diapasón en do mayor...

Estoy llena de ti... de tus palabras...
las que en finos versos me acarician cada día,
mi alma henchida de rimas cadenciosas,
devuelven a raudales mil ternezas
en besos que cautivan tus sentidos,
y  en leves suspiros de amor
                                                 envueltos en las notas de tu diapasón…

 



Enredados de amor…




Cuando  deseamos espantar el silencio
y… cómplices,  al unísono
cantamos rondas de ausencias,
tú en tu mundo… y yo en el mío…
es cuando vuelven  a la mente  celestiales paisajes
con los tonos sepias del recuerdo
y las  tonadas suaves con sordina,
melodías envolventes y mágicas…
La piel vencida de amores viejos,
se cubre de dulzores nuevos
y  se encienden luces de neón
en los más sombríos lugares de mi alma,
para  guarnecer el sitio del amor…
Mas la nieve ya cubre mi sombra
y el frío me cala el alma dejándola aterida y sin fe…
Cobíjame  hoy y ayúdame a  disolver esta escarcha
que el tiempo depositó sobre mis labios
para sentir de nuevo la tibieza mojada
de tus besos amados…
No esperemos el verano
porque en el telar del destino
se deshilan las tramas de nuestros sueños
y esa mirada tuya del color de un cielo sin nubes
nos envuelve en la mística neblina
que cubre nuestro frágil paraíso.
En las vigilias tu imagen surge de entre las nubes
con esa antigua nitidez distante,
para calmar mis ansias de ti,
entonando canciones de lluvia

y quedando dormirnos enredados de amor…