Amo tu voz quebrada por el suspiro
la dulce placidez de tu mirada
tu reír velado…
Todo lo bello que te nombra
lo celestial que yo imagino
la dulzura que escancia el vino
y tu sonrisa de gesto varonil…
Amo ese guiño travieso
que me acaricia al pasar
tenue escalofrío…
la tibieza de tus manos,
tus dedos de felpa y armiño,
tu piel de trigo maduro
tu afán…
Amo tus besos
que reposan en mis labios dulcemente,
contagiándoles calor,
y mis adentros se reflejan
en los cristales de mi alma
como en espejo de aguas dormidas…
en dóciles rocíos.
Amo el amor que es vida
y da vida,
que crece y se ensancha
hasta henchir de locura mis días,
y me atrapa en sus redes
como frescas algas marinas,
sílfide amorosa,
prendidas a la proa de mi barca.
Amo tus besos,
esos que nunca me diste,
los que imagino en la distancia
los encerrados en las noches,
y esos que me habitan desde antaño
en la leve oscuridad de mis insomnios…
Esos que esperan en la corola púber
y en los labios sedientos…
Tus besos son, el misterio
que deseo develar…
mientras los amo!!
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